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Annales gratuites Bac ES : Conflictus taxista/cliente

Le sujet  2005 - Bac ES - Espagnol LV1 - Expression Imprimer le sujet
LE SUJET


Limpio por fuera, sucio por dentro

Luciano es taxista en Madrid.





5

Un día le levantó la mano un tío de esos bien plantados, un maniquí escapado de algún
escaparate de lujo: repeinado hacia atrás, traje de Armani, mocasines relucientes, un tío salido
de Hollywood, vaya. Luciano se paró, el caballero subió al taxi, y cuando se sentó, Luciano le dio los
buenos días y le dijo alguna frase amable. No sé, algo como "qué buen día hace hoy" u otra tontería
por el estilo. Pero el tipo no le respondió. Mostró una indiferencia pasmosa. Entonces, a Luciano le





10

vino a la memoria aquello que decía su abuela: limpio por fuera, sucio por dentro.
El señor le dio el nombre de un restaurante de mucho copete(1). Suponiendo que todo el mundo
tiene la obligación de conocer el local, ni siquiera le añadió la dirección. A los clientes les gusta que
los conductores conozcan las discotecas, los bares y los restaurantes. En el caso del caballero, se
trataba de un establecimiento situado en el centro de Madrid que Luciano conocía bien. Como





15

estaban en la zona residencial, le preguntó si quería ir por alguna ruta en especial.
- ¿No es usted el especialista? Pues elija y cállese- le escupió el figurín(2).
Luciano arrancó, y a medio camino, como ya se veía venir, el modelito empezó a protestar diciendo
que se había metido por una ruta demasiado larga.
- Usted me dio a elegir y, aunque no se lo crea, las otras rutas tienen más semáforos- argumentó





20

con serenidad-, Créame, le estoy haciendo un favor.
- Es usted un estafador(3).
Llegados a ese punto, Luciano respiró hondo, se encogió de hombros y se metió un chicle en la boca
mientras buscaba una emisora en la radio y se disponía a aguantar el chaparrón. El tipo seguía
berreando sandeces(4) en el asiento trasero del coche. Lo llamó estafador, embustero, timador,





25

embaucador, mafíoso y le dijo, refunfuñando entre dientes, por dónde debería haber tirado. Luciano
había puesto la radio. Cuanto más se iba encendiendo el fulano de la brillantina, más subía el
volumen. Le estaba diciendo que todos los taxistas son unos sinvergüenzas y unos timadores, que
siempre dan vueltas innecesarias, que con tipos como él el país jamás saldrá adelante cuando en la
radio un locutor empezó a dar las noticias.





30

- ¡Haga el favor de escucharme!- le gritó.
Pero Luciano subió aún más el volumen de la radio y formó un globo con el chicle. El hombre, ya del
todo colérico, le gritó:
- ¡¿Es que no sabe quién soy?!
Entonces lo observó por el retrovisor y le dijo:





35

- Pues mire: veo todos los telediarios y leo un par de periódicos al día, pero a usted no lo he visto en
la vida. Lo siento mucho. No se enfade. Ya sabe, a veces la gente se cree más importante de lo que
es...
Al tipo se le encendió la cara como un semáforo. Luciano, a esas horas, se lo estaba pasando en
grande(5).





40

-¡Soy F...C...!- gritó.
Luciano siguió indiferente:
F...C...F...C...F...C...Pues no caigo(6), oiga.
- ¡Es usted un ignorante!- le dijo-. Un ignorante estafador.
Y en aquel momento, en aquel preciso momento, las noticias de la radio le alegraron el día:





45

- El Tribunal de Cuentas ha ordenado el encarcelamiento preventivo del político y empresario F...C...
que en estos momentos se encuentra en paradero desconocido, acusado de tráfico de influencias,
malversación de fondos públicos y sobomo de funcionarios.
Silencio en el taxi.
El tipo se quedó blanco. La brillantina se le secó de golpe. Poco a poco se fue haciendo





50

pequeñiiito,pequeñiiito.
Luciano tardó seis segundos en reaccionar.
- "F...C...F...C...", pensó. Y entonces empezó a carcajearse como no lo había hecho en muchos años.
Se reía tanto que creyó que le iba a dar un ataque. Cuando por fin se serenó, el tipo bonito ya
no estaba en el asiento trasero. Se había largado. Luciano cuenta que ésa es la carrera no cobrada(7)

 

que mejor le ha sentado en su vida. Ahora, cuando ve a F...C... en el patio de la cárcel paseando
arriba y abajo o comiéndose un bocadillo envuelto en papel de periódico, hasta le da pena, el pobre
desgraciado.

José Luis Alonso, Historias del taxi, 2002

(1) : De mucho copete: huppé
(2) : El figurín: la gravure de mode
(3) : Un estafador: un escroc
(4) : Berrear sandeces: ici, brailler des insultes
(5) : Pasárselo en grande: ici, s'amuser beaucoup
(6) : No caigo: ça ne me dit rien
(7) : No cobrada: non réglée

1. Comenta la evolución del comportamiento del cliente.

2. Estudia las reacciones del taxista frente al cliente.

3. En casa, Luciano le cuenta a su mujer lo que le acaba de pasar. Imagina el diálogo. (Unas 10-12 líneas).
 

LE CORRIGÉ


Limpio por fuera, sucio por dentro

Luciano es taxista en Madrid.





5

Un día le levantó la mano un tío de esos bien plantados, un maniquí escapado de algún
escaparate de lujo: repeinado hacia atrás, traje de Armani, mocasines relucientes, un tío salido
de Hollywood, vaya. Luciano se paró, el caballero subió al taxi, y cuando se sentó, Luciano le dio los
buenos días y le dijo alguna frase amable. No sé, algo como "qué buen día hace hoy" u otra tontería
por el estilo. Pero el tipo no le respondió. Mostró una indiferencia pasmosa. Entonces, a Luciano le





10

vino a la memoria aquello que decía su abuela: limpio por fuera, sucio por dentro.
El señor le dio el nombre de un restaurante de mucho copete(1). Suponiendo que todo el mundo
tiene la obligación de conocer el local, ni siquiera le añadió la dirección. A los clientes les gusta que
los conductores conozcan las discotecas, los bares y los restaurantes. En el caso del caballero, se
trataba de un establecimiento situado en el centro de Madrid que Luciano conocía bien. Como





15

estaban en la zona residencial, le preguntó si quería ir por alguna ruta en especial.
- ¿No es usted el especialista? Pues elija y cállese- le escupió el figurín(2).
Luciano arrancó, y a medio camino, como ya se veía venir, el modelito empezó a protestar diciendo
que se había metido por una ruta demasiado larga.
- Usted me dio a elegir y, aunque no se lo crea, las otras rutas tienen más semáforos- argumentó





20

con serenidad-, Créame, le estoy haciendo un favor.
- Es usted un estafador(3).
Llegados a ese punto, Luciano respiró hondo, se encogió de hombros y se metió un chicle en la boca
mientras buscaba una emisora en la radio y se disponía a aguantar el chaparrón. El tipo seguía
berreando sandeces(4) en el asiento trasero del coche. Lo llamó estafador, embustero, timador,





25

embaucador, mafíoso y le dijo, refunfuñando entre dientes, por dónde debería haber tirado. Luciano
había puesto la radio. Cuanto más se iba encendiendo el fulano de la brillantina, más subía el
volumen. Le estaba diciendo que todos los taxistas son unos sinvergüenzas y unos timadores, que
siempre dan vueltas innecesarias, que con tipos como él el país jamás saldrá adelante cuando en la
radio un locutor empezó a dar las noticias.





30

- ¡Haga el favor de escucharme!- le gritó.
Pero Luciano subió aún más el volumen de la radio y formó un globo con el chicle. El hombre, ya del
todo colérico, le gritó:
- ¡¿Es que no sabe quién soy?!
Entonces lo observó por el retrovisor y le dijo:





35

- Pues mire: veo todos los telediarios y leo un par de periódicos al día, pero a usted no lo he visto en
la vida. Lo siento mucho. No se enfade. Ya sabe, a veces la gente se cree más importante de lo que
es...
Al tipo se le encendió la cara como un semáforo. Luciano, a esas horas, se lo estaba pasando en
grande(5).





40

-¡Soy F...C...!- gritó.
Luciano siguió indiferente:
F...C...F...C...F...C...Pues no caigo(6), oiga.
- ¡Es usted un ignorante!- le dijo-. Un ignorante estafador.
Y en aquel momento, en aquel preciso momento, las noticias de la radio le alegraron el día:





45

- El Tribunal de Cuentas ha ordenado el encarcelamiento preventivo del político y empresario F...C...
que en estos momentos se encuentra en paradero desconocido, acusado de tráfico de influencias,
malversación de fondos públicos y sobomo de funcionarios.
Silencio en el taxi.
El tipo se quedó blanco. La brillantina se le secó de golpe. Poco a poco se fue haciendo





50

pequeñiiito,pequeñiiito.
Luciano tardó seis segundos en reaccionar.
- "F...C...F...C...", pensó. Y entonces empezó a carcajearse como no lo había hecho en muchos años.
Se reía tanto que creyó que le iba a dar un ataque. Cuando por fin se serenó, el tipo bonito ya
no estaba en el asiento trasero. Se había largado. Luciano cuenta que ésa es la carrera no cobrada(7)

 

que mejor le ha sentado en su vida. Ahora, cuando ve a F...C... en el patio de la cárcel paseando
arriba y abajo o comiéndose un bocadillo envuelto en papel de periódico, hasta le da pena, el pobre
desgraciado.

José Luis Alonso, Historias del taxi, 2002

(1) : De mucho copete: huppé
(2) : El figurín: la gravure de mode
(3) : Un estafador: un escroc
(4) : Berrear sandeces: ici, brailler des insultes
(5) : Pasárselo en grande: ici, s'amuser beaucoup
(6) : No caigo: ça ne me dit rien
(7) : No cobrada: non réglée

1. Comenta la evolución del comportamiento del cliente.

El cliente demuestra:

- Indiferencia, cuando el taxista quiere ser amable con él y le da los buenos días: "Mostró una indiferencia pasmosa" (l.5).
- Exigencia, al suponer que el taxista tiene que conocer la dirección del local adonde quiere ir.
- Arrogancia, cuando contesta con desdén al taxista que tiene que conocer el camino más adecuado y le ordena que se calle.
- Incoherencia cuando protesta después de haber pedido al taxista que fuera por donde quisiera.
- Talante colérico y falta de dominio de sí mismo, al murmurar repetidos insultos.
- Prepotencia, cuando opina que el taxista tendría que saber quién es.
- Vergüenza y miedo, cuando se entera de que el taxista ya sabe quién es.

2. Estudia las reacciones del taxista frente al cliente.

El taxista se muestra :

- Amable, desde el principio, pues intenta ser agradable con el cliente, aunque empieza a desconfiar de la pulcritud de un hombre que le contesta tan mal.
- Cortés, cuando a pesar de esta respuesta le pregunta por dónde quiere ir.
- Paciente, cuando por tercera vez el cliente le trata muy mal, ya que intenta justificar la ruta que ha elegido y subraya el hecho de que le hace un favor.
- Aún más paciente, cuando, para no contestarle de mala manera se intenta proteger, escuchando la radio y masticando su chicle, mientras el cliente se vuelve cada vez más colérico.
- Imperturbable, cuando contesta al cliente airado que no le conoce para nada. Ahí empieza a reaccionar, haciendo hincapié en el hecho de que ve todos los telediarios y lee los periódicos.
- Indiferente, cuando dice: "pues no caigo, oiga" (l.38).
- Sorprendido, cuando, al oír la radio se da cuenta que están hablando de su cliente: "Tardó seis segundos en reaccionar" (l.47).
- Alegre y contento, cuando ve que al que le estaba acusando de estafador le están buscando por ser él mismo un corrupto y un estafador.
- Apenado, cuando se imagina a su cliente en la cárcel: "hasta le da pena, el pobre desgraciado". (l.52).

3. En casa, Luciano le cuenta a su mujer lo que le acaba de pasar. Imagina el diálogo. (Unas 10-12 líneas).

Las dos primeras preguntas tenían que ayudarte a resumir las reacciones de ambos personajes e imaginar un diálogo.
El diálogo, tenía que seguir la forma que tiene en el fragmento de la novela con guiones al principio de cada línea.

Los elementos principales que había que destacar eran:

- El encuentro del matrimonio.
- El anuncio y el resumen de la aventura.
- La reacción del cliente y del taxista.

Un ejemplo de diálogo podía ser el siguiente:

- Hola María, no te puedes imaginar lo que me ha pasado hoy.
- No me asustes, Luciano ¿Es bueno o es malo?
- Tranquila, espero que te rías tanto como yo.
- Pero, ¡cuéntame ya!
- Verás, hoy me tocaba trabajar en el centro y he cogido a uno de esos que van de punta en blanco.
- ¿Y qué más?
- Ha empezado a insultarme y yo ya sabes como soy, tranquilo, tranquilo... Y el tío seguía y seguía, criticándome y a los compañeros. Hasta que dicen en la radio que F...C... ha desaparecido, ya sabes el estafador.
- Anda, es verdad están todo el día con eso.
- Pues era él, F...C..., en mi taxi. Me eché a reír tanto que puso los pies en polvorosa.

Estos elementos tenían que aparecer en el diálogo en un momento u otro.
 

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