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Annales gratuites Bac L : Compréhension du texte

Le sujet  2000 - Bac L - Espagnol LV1 - Compréhension écrite Imprimer le sujet
LE SUJET

La escena se desarrolla en Colombia a principios del siglo veinte. El loro (1) del doctor Juvenal Urbino acaba de escaparse y está en un árbol.

     No habian logrado alcanzarlo en tres horas. Las sirvientas, ayudadas por otras del vecindario (2), habían recurrido a toda suerte de enganos para hacerlo bajar, pero continuaba empecinado (3) en su sitio, gritando muerto de risa viva el partido liberal, viva el partido liberal carajo (4), un grito temerario que les habia costado la vida a más de cuatro borrachitos felices. El doctor Urbino apenas alcanzaba a distinguirlo entre las frondas, y trató de convencerlo en espanol y francés, y aun en latin, y el loro le contestaba en los mismos idiomas y con el mismo énfasis y el mismo timbre de voz, pero no se movió del cogollo (5). Convencido de que nadie iba a conseguirlo por las buenas (6), el doctor Urbino ordenó que pidieran ayuda a los bomberos, que eran su juguete cívico más reciente.

     Hasta hacía poco, en efecto, los incendios eran apagados por voluntarios con escaleras de albaniles (7) y baldes (8) de agua acarreados de donde se pudiera, y era tal el desorden de sus métodos, que éstos causaban a veces más estragos (9) que los incendios. Pero desde el ano anterior, gracias a una colecta promovida por la Sociedad de Mejoras Publicas, de la cual Juvenal Urbino era presidente honorario, había un cuerpo de bomberos profesional y un camión cisterna con sirena y campana, y dos mangueras de alta presión. Estaban de moda, hasta el punto de que en las escuelas se suspendían las clases cuando se oían las campanas de las iglesias tocando a rebato (10), para que los ninos fueran a verlos combatir el fuego. Al principio era lo unico que hacian. Pero el doctor Urbino les contó a las autoridades municipales que en Hamburgo había visto a los bomberos resucitar a un nino que encontraron congelado en un sótano (11) después de una nevada de tres días. También los habia visto en una callejuela de Nápoles, bajando un muerto dentro del ataud (12) desde el balcón de un décimo piso, pues las escaleras del edificio eran tan torcidas que la familia no había logrado sacarlo a la calle. Fue asi con los bomberos aprendieron a prestar otros servicios de emergencia, como forzar cerraduras o matar culebras venenosas, y la Escuela de Medecina les impartió un curso especial de primeros auxilios en accidentes menores. De modo que no era un despropósito (13) pedirles el favor de que bajaran del árbol a un loro distinguido con tantos méritos como un caballero (…)

     De regreso a casa, encontró que los bomberos habían causado estragos casi tan graves como los del fuego. Tratando de asustar al loro habían desplumado un árbol con las mangueras de presión, y un chorro (14) mal dirigido se metió por las ventanas del dormitorio principal y causé danes irreparables en los muebles y los retratos de abuelos ignotos (15) colgados en las paredes. Los vecinos habían acudido cuando oyeron la campana del camión de bomberos, creyendo que era un incendio, y si no ocurrieron trastornos (16) peores fue porque los colegios estaban cerrados en domingo. Cuando se dieron cuenta de que no alcanzarian al loro ni con las escaleras anadidas (17), los bomberos habían empezado a destrozar (18) las ramas a machetazos, y sólo la aparición oportuna del doctor Urbino impidió que lo mutilaran hasta el tronco. Habían dejado dicho que volverian después de las cinco por si los autorizaban a podarlo (19), y de paso embarraron (20) la terraza interior y la sala, y desgarraron (21) una alfombra turca que era la preferida de Fermina Daza. Desastres inûtiles, además, porque la impresión general era que el loro había aprovechado el desorden para escapar por los patios vecinos.

Gabriel García Márquez, El amor en los tiempos del cólera,1985

(1) Un loro : un perroquet
(2) El vecindario : los vecinos del barrio
(3) Empecinado : obstiné
(4) Carajo : exclamación vulgar
(5) El cogollo : ici, le sommet de l'arbre
(6) Por las buenas : fácilmente
(7) Las escaleras de albaniles : les échelles de maçons
(8) Un balde : un seau
(9) Los estragos : los danos : les dégáts
(10) Tocar a rebato : sonner l'alarme
(11) Un sótano : une cave, un sous-sol
(12) Un ataûd : un cercueil
(13) Un despropósito : une chose insensée
(14) Un chorro : un jet
(15) Ignoto : desconocido
(16) Un trastorno : una perturbación grande
(17) Las escaleras anadidas : la grande échelle
(18) Destrozar : mettre en pièces
(19) Podar : élaguer
(20) Embarrar : cubrir de barro (boue)
(21) Desgarrar : déchirer


1° ? Por qué se vio obligado el doctor Urbino a pedir ayuda a los bomberos ?

2° ? Cuál fue la evolución de las actividades del cuerpo de bomberos en la ciudad del doctor ?

3° A fin de cuentas, ? qué resultados tuvo la intervención de los bomberos en casa del doctor ?

LE CORRIGÉ

La escena se desarrolla en Colombia a principios del siglo veinte. El loro (1) del doctor Juvenal Urbino acaba de escaparse y estâ en un ârbol.

     No habîan logrado alcanzarlo en tres horas. Las sirvientas, ayudadas por otras del vecindario (2), habîan recurrido a toda suerte de engaños para hacerlo bajar, pero continuaba empecinado (3) en su sitio, gritando muerto de risa viva el partido liberal, viva el partido liberal carajo (4), un grito temerario que les habîa costado la vida a mâs de cuatro borrachitos felices. El doctor Urbino apenas alcanzaba a distinguirlo entre las frondas, y tratô de convencerlo en español y francés, y aun en latîn, y el loro le contestaba en los mismos idiomas y con el mismo énfasis y el mismo timbre de voz, pero no se moviô del cogollo (5). Convencido de que nadie iba a conseguirlo por las buenas (6), el doctor Urbino ordenô que pidieran ayuda a los bomberos, que eran su juguete cîvico mâs reciente.

     Hasta hacîa poco, en efecto, los incendios eran apagados por voluntarios con escaleras de albañiles (7) y baldes (8) de agua acarreados de donde se pudiera, y era tal el desorden de sus métodos, que éstos causaban a veces mâs estragos (9) que los incendios. Pero desde el año anterior, gracias a una colecta promovida por la Sociedad de Mejoras Pûblicas, de la cual Juvenal Urbino era presidente honorario, habîa un cuerpo de bomberos profesional y un camiôn cisterna con sirena y campana, y dos mangueras de alta presiôn. Estaban de moda, hasta el punto de que en las escuelas se suspendîan las clases cuando se oîan las campanas de las iglesias tocando a rebato (10), para que los niños fueran a verlos combatir el fuego. Al principio era lo ûnico que hacîan. Pero el doctor Urbino les contô a las autoridades municipales que en Hamburgo habîa visto a los bomberos resucitar a un niño que encontraron congelado en un sôtano (11) después de una nevada de tres dîas. También los habîa visto en una callejuela de Nâpoles, bajando un muerto dentro del ataûd (12) desde el balcôn de un décimo piso, pues las escaleras del edificio eran tan torcidas que la familia no habîa logrado sacarlo a la calle. Fue asî con los bomberos aprendieron a prestar otros servicios de emergencia, como forzar cerraduras o matar culebras venenosas, y la Escuela de Medecina les impartiô un curso especial de primeros auxilios en accidentes menores. De modo que no era un despropôsito (13) pedirles el favor de que bajaran del ârbol a un loro distinguido con tantos méritos como un caballero (…)

     De regreso a casa, encontrô que los bomberos habîan causado estragos casi tan graves como los del fuego. Tratando de asustar al loro habîan desplumado un ârbol con las mangueras de presiôn, y un chorro (14) mal dirigido se metiô por las ventanas del dormitorio principal y causô daños irreparables en los muebles y los retratos de abuelos ignotos (15) colgados en las paredes. Los vecinos habîan acudido cuando oyeron la campana del camiôn de bomberos, creyendo que era un incendio, y si no ocurrieron trastornos (16) peores fue porque los colegios estaban cerrados en domingo. Cuando se dieron cuenta de que no alcanzarîan al loro ni con las escaleras añadidas (17), los bomberos habîan empezado a destrozar (18) las ramas a machetazos, y sôlo la apariciôn oportuna del doctor Urbino impidiô que lo mutilaran hasta el tronco. Habîan dejado dicho que volverîan después de las cinco por si los autorizaban a podarlo (19), y de paso embarraron (20) la terraza interior y la sala, y desgarraron (21) una alfombra turca que era la preferida de Fermina Daza. Desastres inûtiles, ademâs, porque la impresiôn general era que el loro habîa aprovechado el desorden para escapar por los patios vecinos.

Gabriel Garcîa Mârquez, El amor en los tiempos del côlera,1985


(1) Un loro : un perroquet
(2) El vecindario : los vecinos del barrio
(3) Empecinado : obstiné
(4) Carajo : exclamaciôn vulgar
(5) El cogollo : ici, le sommet de l'arbre
(6) Por las buenas : fâcilmente
(7) Las escaleras de albañiles : les échelles de maçons
(8) Un balde : un seau
(9) Los estragos : los daños : les dégâts
(10) Tocar a rebato : sonner l'alarme
(11) Un sôtano : une cave, un sous-sol
(12) Un ataûd : un cercueil
(13) Un despropôsito : une chose insensée
(14) Un chorro : un jet
(15) Ignoto : desconocido
(16) Un trastorno : una perturbaciôn grande
(17) Las escaleras añadidas : la grande échelle
(18) Destrozar : mettre en pièces
(19) Podar : élaguer
(20) Embarrar : cubrir de barro (boue)
(21) Desgarrar : déchirer

1° ? Por qué se vio obligado el doctor Urbino a pedir ayuda a los bomberos?

Porque a pesar de los esfuerzos de todos, el loro del doctor no quiso bajar del ârbol al que se habîa subido y los bomberos eran los ûnicos que tenîan los medios suficientes para alcanzarlo y devolverlo a su dueño.

2° ? Cuâl fue la evoluciôn de las actividades del cuerpo de bomberos en la ciudad del doctor?

Primeramente el cuerpo de bomberos se profesionalizô y el principal objetivo fue apagar los incendios. Después, siguiendo el ejemplo de otras ciudades se diversificaron y asî supieron prestar otros servicios de emergencia como forzar cerraduras o matar culebras. Incluso estaban preparados para primeros auxilios en accidentes menores.

3° A fin de cuentas, ? qué resultados tuvo la intervenciôn de los bomberos en casa del doctor?

Los resultados fueron catastrôficos ya que por las ventanas, al estar abiertas, entrô el agua de las mangueras y dañô todos los muebles y cuadros. También, cuando los bomberos entraron lo embarraron todo y desgarraron una alfombra turca.
Todo esto no sirviô para nada ya que el loro se habîa escapado por los patios vecinos.

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